MEDITACIONES E INVOCACIONES TEOSÓFICAS
LA ESCALA DE ORO
Helena P. Blavatsky
Vida limpia,
mente abierta,
corazón puro, intelecto despierto,
percepción espiritual sin velos,
afecto fraternal hacia el condiscípulo.
Presteza para dar y recibir consejo e instrucción,
leal sentimiento del deber hacia el Maestro,
obediencia voluntaria a los mandatos de la Verdad,
toda vez que hayamos puesto nuestra confianza en Él
y creamos que el Instructor la posee.
Valeroso ánimo para soportar las injusticias personales,
enérgica declaración de principios,
valiente defensa de los que son injustamente atacados,
y mirada siempre fija en el ideal de progreso y perfección humana que nos revela la Ciencia Secreta.
Tal es la Escala de Oro,
por cuyos peldaños el discípulo debe ascender
hasta llegar al Templo de la Sabiduría Divina.
HAY UN CAMINO
Helena P. Blavatsky
Hay un Camino, empinado y
espinoso,
acosado por peligros de toda clase,
pero es un Camino,
y lleva al corazón mismo del Universo.
Puedo decirles cómo encontrar
a aquéllos que les mostrarán la puerta secreta
que solo se abre hacia el interior
y se cierra rápidamente para siempre
detrás del neófito.
No hay peligro que un coraje indómito
no pueda conquistar.
No hay prueba que una pureza sin mancha
no pueda atravesar.
No hay dificultad que un fuerte intelecto
no puede superar.
Para aquellos que se ganan el seguir adelante,
hay una recompensa más allá de cuanto pueda decirse:
el poder de bendecir y de salvar a la humanidad.
Para quienes fallan, hay otras vidas
donde poder alcanzar el éxito.
ORACIÓN O MANTRAM
A LA UNIDAD DE LA VIDA
Annie Besant
Oh, Vida Oculta
que vibras en cada átomo,
Oh, Luz Oculta
que brillas en cada criatura,
Oh, Amor Oculto
que todo lo abarcas en la Unidad.
Que cada ser
que se sienta uno
contigo
sepa que, por lo tanto,
es también uno
con todos los demás.
LA CADENA DE UNIÓN
Que los Santos Seres
cuyos
discípulos aspiramos a ser,
nos muestren la Luz que buscamos
y nos
den la fuerte ayuda
de su Compasión y su Sabiduría.
Hay una paz que
sobrepasa el entendimiento,
mora en el corazón de Aquéllos
que
viven en lo eterno.
Hay un poder que renueva todas las cosas;
vive y
actúa en Aquéllos que reconocen
la Unidad del Ser.
Que esa paz
descienda sobre nosotros,
que ese poder nos eleve
hasta donde se
invoca al Iniciador Único,
hasta que veamos resplandecer su Estrella.
A LOS GRANDES PODERES DEL AMOR
C. Jinarajadasa
¡Oh Poderes del Amor!,
os ofrecemos nuestra fidelidad
sabiendo que sólo el Amor
puede redimir al hombre.
Invocamos vuestra bendición
sobre todos los que se esfuerzan en serviros,
estén en el plano que estén.
Invocamos vuestra bendición
sobre todos los que están sufriendo dolor,
para que en medio de su angustia
puedan encontrar en su interno Tu Amor.
Invocamos vuestra bendición
sobre todos los que están infligiendo dolor,
para que en medio de su gran error,
puedan tornar los ojos a Vosotros,
percibiros y serviros.
Reverencia y gratitud a los Grandes Seres,
nuestros amados y benditos Maestros.
Lealtad y devoción a H.P.B.,
el eslabón entre Ellos y nosotros
que nos trajo la luz de Oriente,
extensivo a todos los que han mantenido
y mantienen viva la llama de Su Obra.
En el nombre de Ellos, y por Ellos,
Paz y Armonía a todos los seres.
ORACIÓN DE SANACIÓN
(Esta invocación fue recibida a través de Geoffrey Hodson,
y publicada por primera vez en "The Theosophist" en 1928.)
Parte I
Preservador y sostenedor de todos los mundos,
fuente sagrada de vida, fuente de todo ser,
os ofrecemos nuestras almas
para serviros como cálices espirituales
a través de los cuales vuestra vida sostenedora pueda fluir.
En nombre del gran sacrificio que ofrecísteis
en el cual dísteis vuestra vida
para que
nosotros pudiésemos vivir,
sacrificamos todo lo que nos hace canales indignos
para llevar vuestra bendición al mundo.
Llenad el cáliz de nuestras almas con el vino
del cielo
para que podamos convertirnos en Ministros vuestros,
en esa solemne Eucaristía que vos realizáis de continuo.
Aceptamos los decretos de Vuestra sabiduría,
abrimos de par en par las puertas de nuestras
almas,
para que vuestra vida penetre por ellas.
Aceptamos vuestra Ley y nos inclinamos
sumisos ante vuestros decretos,
aceptamos con igual disposición el placer y
el dolor,
afirmamos nuestra unidad con vos
sabiendo que sólo vos podéis hacernos plenos.
Invocamos a vuestros ángeles para que nos asistan
en nuestra tarea de auto-entonamiento,
para que nos ayuden a eliminar todo lo grotesco e impuro,
el egoísmo y el orgullo que en nuestra ceguera
nos ha hecho cerrar nuestros ojos a vos.
En completa renuncia de nuestra naturaleza
inferior,
invocamos vuestra vida sanadora y la ayuda de vuestros ángeles
para que siendo sanos podamos convertirnos
en canales de vuestra curación y vuestro amor
para aquéllos que sufren en estos mundos inferiores.
Parte II
¡Alabados seáis, Angeles de la Sanación, venid en nuestra
ayuda!
Derramad vuestro grandioso poder sobre esta
persona que sufre.
Pronunciad la palabra del Maestro,
que resuene la nota del Maestro,
que brille resplandeciente con el color del
Maestro.
Liberad vuestra energía divina para que este
cuerpo
sea fortalecido, purificado y armonizado.
Despertad los poderes que duermen en su alma
para que pueda beber
el vino de la curación del cual está sediento.
Liberadle del dolor, aliviad sus sentidos torturados
y restaurad el flujo de sus energías
vitales.
Purificadlo, entonadlo, aliviadlo y
vitalizadlo,
para que por medio de vuestra ayuda y
según la voluntad de Dios,
su salud pueda ser restaurada.